Playas

Playa del Carmen o siete días en el paraíso

Playa del Carmen. Check. Ya acabó mi primera visita y, en sus orillas, prometí que no sería la última. Es que este sitio es perfecto, tan paradisíaco como versátil: no importa si la intención es ir en pareja, en familia o con amigos, siempre hay dónde hospedarse, qué hacer y cómo aprovechar la estadía. En mi caso, viajé con amigos y la buena energía local y la variedad de actividades hicieron de nuestra estancia la mejor en años. 

Siete días son suficientes para recorrer Playa del Carmen de punta a punta. Claro que si se tiene la posibilidad de permanecer un tiempo más, mejor aún, porque nos da más tranquilidad para conocer otros lugares espectaculares de la Península de Yucatán.

 

Apuntes preliminares

Para empezar, Playa del Carmen se ubica al sureste de México, bañada por el Mar Caribe, en la zona turística de la Riviera Maya, llamada así por haber sido habitada por los antiguos mayas, lo que ya le da una mística especial. Lo que supo ser un pueblo pesquero chico al sur de la vibrante Cancún, hoy es una hermosa ciudad preparada para el turismo. Aunque habitada en su mayoría por mexicanos, cada año recibe millones de visitas de extranjeros de todas partes del mundo; quienes, como nosotros, encuentran aquí un sitio paradisíaco, donde se combina lo mejor de un balneario urbano con la magia de un entorno histórico y natural increíbles.

Tienen que estar avisados de que Playa del Carmen es un sitio muy caluroso, incluso si el cielo está nublado. También saber que es un lugar seguro, donde se puede salir tranquilamente con la billetera y el celular arriba. Que es muy barato para comer y tomar, y que, eso sí,  los locatarios se desesperan por vender lo que sea. De verdad. Buscan vender un pañuelo, un reloj o incluso un tour por algún cenote. De pronto, cuando querés ver, estás constantemente rodeado de personas que te quieren ofrecer algo y ya un poco molesto. Pero enseguida recordás que estás en el paraíso y cualquier molestia se disipa. 

Playa del Carmen

 

El primer pantallazo de la ciudad

Primer día, primer tour. Nuestros primeros pasos los dimos sobre la Quinta Avenida, la animada calle principal que cruza prácticamente toda la ciudad y donde más nos podemos empapar de la cultura local, aunque con ese aire cosmopolita propio de un destino internacional. 

Con este primer paseo ya tenemos un pantallazo general de lo que se viene: cientos de barcitos, múltiples tiendas y otros cuantos comercios que esperan para que los conozcamos: puestos de artesanías, locales de ropa como Stradivarius o Victoria`s Secret, locales con suvenires y casas de decoración. De a poco, vamos enamorándonos de cada uno de ellos. 

Comer y tomar es barato. Por 300 pesos uruguayos disfrutás una cena o almuerzo completo, incluyendo bebida y postre. Podés optar por comer en alguna de las grandes cadenas de comida rápida o sentarte en alguno de los bares pintorescos que embellecen la ciudad. Eso sí, cuidado, la comida es un poco picante para nuestro paladar. Otro aviso: dejar propina es prácticamente una obligación y nos lo hacen saber.

Moverse por la ciudad tampoco es algo complicado. En nuestro caso nos manejamos siempre a pie. No nos fue necesario ni alquilar un auto ni tomar un ómnibus, porque todo está bien cerca y disponíamos de tiempo. Lo bueno de este destino es que además podés ir sin planes y está bien, ya que en un ratito armás tu propio itinerario. Hay tantas opciones que en cualquier momento podés elegir cuál será tu próxima aventura y hacerla.

De la ciudad también nos gustó mucho que es muy limpia y, por suerte para nosotros, con muchas zonas con WiFi como para aprovechar las aplicaciones turísticas que teníamos descargadas. Un último consejo: aprendé a regatear. Así como los mexicanos insisten en vender productos y servicios, nosotros podemos regatear. Es importante saberlo para luego manejarnos en cada compra, porque en casi todos los casos vamos a poder abaratar los precios.

Quinta Avenida - Playa del Carmen
Los colores de la Quinta Avenida

 

Mirando el Caribe

Como el propio nombre del destino indica, una de las mejores cosas para hacer es, precisamente, disfrutar la playa. Los resorts costeros tienen su propia zona de playa, pero también hay que sentir la vibra local en la playa de la ciudad misma (llamada también “Playa del Carmen”). El paisaje caribeño de Playa del Carmen está entre los más lindos del mundo: agua turquesa y tibia, arena blanquísima y peces nadando entre nosotros. Un sueño hecho realidad.

La costa de la ciudad tiene algas densas y eso quizá sea una desventaja para muchos, pero el escenario es tan bello que aprendemos a convivir con ellas. Es el sitio perfecto para descansar mientras tomamos algún trago (los precios son superaccesibles), entretenerse alquilando un barquito o haciendo esnórquel (hay muchos puestitos que brindan estas posibilidades). También hay quienes ofrecen sacarte fotos en el agua; aunque eso no logra desconectarnos del relax de ese panorama increíble. 

Playa del Carmen - Géant Travel
La increíble postal de Playa del Carmen

 

Parque Xcaret: entre corales y ruinas mayas

Saliendo apenas de la ciudad hay otros lugares increíbles para conocer. El parque eco-arqueológico Xcaret es uno de esos paseos imperdibles, a unos cinco  kilómetros del centro. Sería algo así como el Disney World mexicano, pero con aguas caribeñas, mucha naturaleza y grandes dosis de cultura milenaria.

En su momento, Xcaret fue un importante asentamiento poblacional maya. Hoy, entre vestigios arqueológicos, es un enorme parque acuático donde podemos nadar con tortugas, delfines, tiburones y mantarrayas. Dentro de este parque ecológico también encontramos los famosos cenotes, antiquísimas y hermosas cavernas con agua, donde podemos nadar y hacer esnórquel.

También hay senderos selváticos para conocer la fauna y flora autóctona, ríos subterráneos, piscinas naturales llenas de corales, y decenas de juegos acuáticos y de aventura para todas las edades. Son tantas las actividades que incluso un día no basta para hacerlas todas. Eso sí, la entrada cuesta alrededor de 100 dólares, pero lo valen completamente.

Parque Xcaret
Cenote en el Parque Xcaret

 

Cazumel, la isla de los corales

El cuarto día de estadía lo dedicamos a conocer la Isla de Cozumel, uno de los lugares más hermosos de la Riviera Maya. Cozumel es famoso por albergar el segundo arrecife de corales más grande del mundo, razón más que suficiente para visitarla. Está muy cerca de Playa del Carmen y se puede llegar en ferry, que es muy barato y rápido. Los boletos son fáciles de conseguir en la Quinta Avenida (unos diez dólares por persona) y el barco se toma en la Terminal Marítima de Playa del Carmen. Quienes quieran permanecer más tiempo en la isla incluso pueden hospedarse en alguno de sus hoteles.

Una vez allí podrás disfrutar de la playa o adquirir algún paquete que te permita alquilar una moto para recorrer la isla o una lancha para hacer una excursión por los arrecifes. Recomiendo infinitamente animarse a bucear, una experiencia fantástica en la que disfrutamos del contacto directo con la vida submarina.

Cozumel - Riviera Maya
Mundo subacuático en Cozumel

 

Tulum, la reliquia de los Mayas

Muchos dicen que Tulum es una de las ciudades con mejor locación que se haya edificado nunca. Y cuando uno llega se da cuenta que es verdad: contemplar las olas caribeñas rompiendo contra la muralla Maya te deja sin palabras. La costa de Tulum es además un Parque Nacional, el único sitio ecológico protegido de toda la Riviera Maya, por lo que la playa está intacta y hay reservas deslumbrantes como Sian Ka’an, donde los que tienen más tiempo pueden incluso acampar. 

Para llegar a Tulum se puede abordar una camioneta en Playa del Carmen; hay muchos servicios de traslados siempre dispuestos a ofrecer un buen precio. El viaje lleva una hora y, por supuesto, hay que ir temprano porque el Parque Arqueológico cierra a las cinco de la tarde.

Tulum - Géant Travel
La antigua tierra maya frente al Caribe

 

No culpes a la noche…

Después de toda una jornada de sol o exploración, nada mejor que un poco de diversión nocturna. Aunque últimamente se haya convertido en el destino de moda al que los novios van a celebrar su luna de miel, el lugar también se presta para salir de fiesta con amigos, y por eso nos alegramos de encontrar muchísimas opciones para salir a tomar algo y bailar.  Lo mejor: todo empieza más temprano; a las nueve de la noche ya se ve gente bailando.

Sobre la Quinta Avenida (“La Quinta” para los locales) se concentran cientos de barcitos y bolichitos que invitan a empezar la noche. Quizá primero prefieras cenar algo rico y tomar alguna cerveza, pero luego se arma baile y la bebida preferida es el tequila.

Coco Bongo - Playa del Carmen


Coco Bongo, con su impresionante estructura de cuatro pisos, es la mejor opción para disfrutar de un buen show y bailar. La entrada cuesta alrededor de 60 dólares, un precio no demasiado alto para lo que es el espectáculo de luces y danza; además de que hay canilla libre toda la noche. Otro sitio recomendable para ir es Joyà, del Cirque du Soleil. La entrada tampoco es barata, pero la puesta en escena es increíble. Si querés ir es importante que hagas la reserva con mucho tiempo de antelación para asegurarte un asiento.

La noche en Playa del Carmen no sigue hasta muy tarde (a las tres de la mañana la gente ya comienza a irse), así que da para levantarse temprano y, después de un rico desayuno, salir a gozar el sol en la playa de la ciudad o en alguno de los parques temáticos cercanos. Es verdad, una semana en el paraíso es suficiente para desconectarse de todo, pero pasa tan rápido que en el vuelo de regreso ya vas a estar planificando volver en tus próximas vacaciones.

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