Ecoturismo & Aventura

Calafate y Ushuaia: la perfecta combinación de glaciares y montañas

Imponente. Impresionante. E inmenso. De una belleza inconmensurable. ¿Qué mejor manera de describir Calafate y Ushuaia? Y es que ambas ciudades constituyen la combinación perfecta que nos permite experimentar de cerca un contacto único con la naturaleza. Naturaleza que en ambos casos se traduce en glaciares majestuosos, en silencios ensordecedores y en colores camaleónicos. Es por eso que, precisamente, ambos son destinos que todo turista debe visitar.

 

Calafate: la capital de los glaciares patagónicos

Calafate, que en realidad se llama El Calafate, se ubica en la costa meridional del Lago Argentino, en la Patagonia, en la provincia argentina de Santa Cruz. Dado su enorme flujo de turistas y su notoriedad, es una ciudad de fácil acceso que nos ofrece a los extranjeros cientos de opciones de alojamiento, movilidad y excursiones.

Es la puerta de entrada al Parque Nacional Los Glaciares, Patrimonio Natural de la Humanidad, desde donde podemos acceder a los glaciares Perito Moreno, Upsala y a unas cuantas actividades muy disfrutables, especialmente en primavera y verano, y para toda la familia.

Calafate es una ciudad pequeña y pintoresca en la que habitan más de veinte mil personas. Cada año recibe a millones de turistas y, aunque uno se imagina que por eso debería vivir en constante modernización, la ciudad conserva al día de hoy mucho de su vieja arquitectura. Incluso, mientras paseamos por su principal avenida, una de las calles más antiguas de la ciudad, podemos observar casas con techos a dos aguas, construcciones viejísimas y algunas viviendas de ladrillo y adobe.

A estas infraestructuras coloridas que pintan la ciudad se les añade un verde vivo que las decoran. Su vegetación se compone de una gran variedad de árboles, pinos y flores y, entre todo, el panorama resulta bellísimo.   


Una ciudad de colores

 

¿Qué empacar para disfrutar del frío?

Cuando decidimos viajar a Calafate lo primero que necesitamos preguntarnos es qué llevar en la valija. Tenemos que saber que la temperatura media anual ronda los 7 u 8 grados (en invierno llega a los 2 grados y en verano a los 19 aproximadamente) pero, si tenemos decidido visitar los glaciares, es importante tener en cuenta que allí el frío es intenso.

Previo al viaje tenemos que hacer una lista de cosas para llevar. Sí, es fundamental que no nos falte nada para evitar pasar (tanto) frío. Hay que empacar: rompevientos o abrigos gruesos, bufandas, guantes, y remeras y pantalones cómodos. Tenemos que vestir ropa holgada porque además las actividades lo requieren. También es bueno llevar calzado deportivo para aprovechar al máximo la experiencia de caminar en los glaciares.

No hay que olvidar tampoco empacar lentes de sol y protector solar, porque aunque el viento sea helado, el sol siempre quema. ¡Y medias! Muchos pares de medias. Parece una tontería pero el frío que corre entre glaciares es imponente.

 

Los tres imperdibles de Calafate

Calafate es sinónimo de glaciar. Eso es cierto. Sin embargo, la ciudad nos brinda múltiples opciones a la hora de decidir qué hacer. Hay alternativas para todos los gustos: paseos tranquilos y excursiones más aventureras.

También hay una gran variedad de lugares para alojarnos: desde hoteles de primera categoría que quizá nos resulten un poco caros, hasta hosterías, campings y cabañas. Lo mejor es quedarse en un hotel turístico porque nos brinda todo lo que podemos llegar a necesitar, pero todo depende del viaje que queramos hacer. Acampar tiene lo suyo y compartir cuarto en una hostería también. 

La cantidad de actividades para hacer en Calafate es amplísima. Pero hay tres cosas que no podemos dejar de hacer.

1. Pasear por Avenida del Libertador.

Esta es la principal avenida donde se desarrolla toda la actividad citadina. Está repleta de comercios de todo tipo. Allí podrás encontrar casas de souvenirs, restaurantes para comer, cajeros automáticos que siempre son oportunos, y todo lo que seguramente necesitarás. Incluso podrás hacer compras del momento, en caso que hayas olvidado algo. Los locales cierran a la hora de la siesta y después de las ocho de la noche solo permanecen abiertos el casino de la ciudad y las casas de comida.

Un buen lugar para ir a comprar souvenirs es La Aldea de los Gnomos, una galería a cielo abierto compuesta por tienditas que ofrecen una amplia variedad de productos.


De paseo por la principal avenida de la ciudad

 

2. Visitar el Parque Nacional Los Glaciares.

Este parque, de unas 600 mil hectáreas, fue creado en la década del 30 con el objetivo de preservar una extensa área de hielos continentales, montañas andinas, bosques, glaciares y lagos, y hoy es la principal atracción de Calafate. Los dos puntos más visitados son el Glaciar Perito Moreno y el Glaciar Upsala.

El parque presenta una flora y fauna únicas. Aquí habitan huemules (cérvidos en peligro de extinción y muy parecidos a los ciervos), pumas y en algunas zonas pueden verse guanacos. También cisnes de cuello negro, carpinteros negros patagónicos, y cóndores. Y claro que no falta el calafate, una planta leñosa de flores amarillas que abunda en el lugar.

Al sur del parque se encuentra el Glaciar Perito Moreno, famoso en el mundo, que se expande sobre las aguas del Lago Argentino y con una altura de 80 metros sobre el nivel del agua. Su inmensidad resulta abrumadora y, con mucha suerte, podrás ver algún desprendimiento de hielo, un espectáculo sensorial que te dejará boquiabierto.

La belleza del Glaciar es indescriptible. Cuando uno se adentra entre sus témpanos (icebergs), de pronto todo es azul, turquesa, gris y blanco, e incluso varían según la hora del día. La paz y el sonido a nada son sumamente disfrutables. El agua helada, el viento que sopla y el paisaje increíble crean la atmósfera perfecta para que podamos contemplar la grandeza y majestuosidad de la naturaleza en su máximo esplendor

Al ser la mayor atracción de Calafate, podemos visitarlo y recorrerlo habiendo contratado un trekking o un paseo en barco. Lo mejor, para aprovechar la experiencia al máximo, es caminar sobre los glaciares. Nada se compara con caminar sobre un hielo que lleva congelado miles de años. Y resulta mucho mejor cuando escuchamos, aunque no veamos, el rompimiento de algún bloque de hielo, y es que el sonido se escucha aún cuando sucede a varios kilómetros de distancia.


Glaciar Perito Moreno: inmenso

 

Por otra parte, el Glaciar Upsala también desagua en el Lago Argentino, y lo bueno es que podemos conocerlo a través de un aventurero viaje en kayak. Este es el segundo glaciar más grande del país y, aunque un poco menor al Glaciar Perito Moreno, la altura de su frente alcanza los 60 metros sobre el nivel del agua.

Este glacial es conocido por la gran cantidad de témpanos que rompe y eso hace más probable que podamos ver algún rompimiento de hielo. La actividad en kayak solo es apta para mayores de 18 años y es cara, pero si de verdad buscás una experiencia de primera mano, quizá lo pienses dos veces.


Vista panorámica del Glaciar Upsala

 

3. Tomar un trago en Glacio Bar.

Dentro de Glaciarium (Centro de Interpretación de Glaciares) se encuentra el reconocido bar de hielo Glacio Bar. Allí, los pisos, las paredes, las mesas, los sillones, la barra y los vasos son de hielo, pero no de cualquier hielo: hielo proveniente de glaciar.

No hace falta decir que debemos ir bien abrigados, pero en todo caso allí mismo nos brindan lo necesario para no pasar tanto frío. Dentro solo podemos estar de 25 a 30 minutos y siempre, siempre, quedamos con ganas de más. Uno paga una tarifa determinada que ronda los 140 argentinos y puede consumir lo que quiera, ya que es canilla libre. Eso sí, si queremos degustar varios beberajes, tenemos que apurarnos porque el tiempo apremia.

Dos recomendaciones: probar el licor de amaretti y tomarse una foto con alguna de las esculturas de hielo que tiene el bar.


El bar de hielo, una propuesta diferente

 

Sabores patagónicos del Calafate

Cuando viajamos solemos animarnos a probar alguna que otra comida que, comúnmente, no probaríamos. Y Calafate nos da justamente esa posibilidad.

Claro que no faltan los restaurantes de comida internacional, ni sitios que vendan comidas de paso, pero hay un plato que necesariamente debemos probar: el cordero patagónico “al asador”. Una carne exquisita que solo la saben hacer allí.  

También es aconsejable probar alguna especialidad que incluya los frutos del calafate (la especie de planta que le da nombre a la ciudad), ya sea en tartas, dulces o licores.


Una delicia para el paladar

 

Ushuaia: la ciudad del fin del mundo

Quien viaja a Calafate no puede dejar de visitar Ushuaia. Al día de hoy es prácticamente una combinación obligada. Y es que Ushuaia intensifica todo lo que ya vivimos en Calafate y enriquece nuestra experiencia en montañas y glaciares. Entre una ciudad y la otra hay menos de 900 kilómetros de distancia (por tierra) y, por suerte para nosotros, se puede llegar en auto, avión y ómnibus.

Ushuaia es la capital de la provincia argentina Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, se encuentra al suroeste del país (más al sur que Calafate), y su privilegiada ubicación hace que podamos disfrutar de mar, montañas y bosques.

Mundialmente es conocida como “la ciudad más austral del mundo” e incluso su lema es: “Ushuaia, fin del mundo, principio de todo”.

Al igual que Calafate, es una ciudad muy pintoresca. Está repleta de casitas de techos rojos que la decoran y sus pequeñas callecitas son empinadas. Nace sobre la base del canal Beagle, está rodeada de cadenas montañosas y además se encuentra inmersa en la denominada bahía de Ushuaia. Por todo esto es que su paisaje es tan diverso y hermoso.


Vista panorámica de la ciudad

 

Los tres imperdibles de Ushuaia

No importa la época del año o la temporada, la ciudad de Ushuaia siempre tiene variadas actividades para los turistas. Todo depende del tipo de viaje que queramos hacer, pero es bueno saber que hay opciones para todos los gustos. Hay varios museos, complejos invernales y actividades especialmente pensadas para nosotros, para que disfrutemos del lugar al máximo. ¡Hay que dejarse sorprender!

Tres actividades recomendables son:

1. Visitar el Complejo invernal Martial.

Se ubica al pie del Glaciar Martial, muy cerca del centro de la ciudad, y es perfecto para practicar deportes como esquí alpino, snowboard y descenso en trineo. También nos ofrece la posibilidad de hacer trekking, muy disfrutable para conocer la zona, y tiene a disposición una escuela de esquí, ideal para quienes nunca lo hicieron antes.

Una linda experiencia es la de andar en aerosilla, ya que nos permite contemplar la belleza del lugar desde una perspectiva distinta. Montañas nevadas, vegetación verde y, más allá, se puede observar la bahía de Ushuaia, todo al mismo tiempo.

Prácticamente todas las actividades que se desarrollan en este centro son aptas para todos los integrantes de la familia, lo que lo hace perfecto para ir y disfrutar de un día entero en la nieve.


Perfecto para admirar la belleza de Ushuaia

 

2. Recorrer el Complejo Villa Las Cotorras.

Este centro de recreación garantiza deportes invernales, paseos en cuatriciclos, y nos ofrece la posibilidad de comer en un restaurante cuya especialidad es el cordero fueguino a la cruz, que no podés dejar de probar. Además, debemos tomar el delicioso café montañés que allí ya es tradición. ¡Todo muy rico y superrecomendale!

El lugar se encuentra a menos de media hora del centro de Ushuaia, por lo que tampoco se hace difícil el acceso.

3. Pasear en el Parque Nacional Tierra del Fuego.

Este parque se ubica a pocos kilómetros de Ushuaia y es un paseo que no deben dejar de hacer por la belleza de los paisajes. Lo cierto es que la mayor parte de su superficie está cerrada al público porque es de reserva natural estricta (tiene una superficie total de aproximadamente unas 68 mil hectáreas y solo se puede acceder a 2 mil hectáreas), pero lo poco que podemos recorrer es bellísimo.

El área está poblada de bosque andino-patagónico, tiene costas sobre el canal Beagle y fácilmente podemos ver fauna un tanto exótica para nosotros los turistas: cóndores andinos, guanacos, zorros colorados fueguinos, y una especie de roedor muy curiosa que se llama rata almizclera.

Es una experiencia superentretenida que nos da la posibilidad de conocer bien de cerca todo el alrededor. Es cuestión de comprar algunos refrigerios y aprovechar de todo un día al aire libre. Claro que es mucho más disfrutable cuando no hace tanto frío, pero nada que unos cuantos abrigos encima no puedan solucionar.


Caminar en Tierra del Fuego es de los paseos más lindos

 

Ahora bien, ¿te imaginás unas vacaciones en estos dos destinos paradisíacos? En HiperViajes lo hacemos posible.

 

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